Un panadero le sacó el arma a un ladrón y lo mató a balazos

Ocurrió en Rafael Castillo, Buenos Aires. La secuencia duró apenas unos minutos pero terminó con un adolescente muerto.
 
Todo empezó este sábado por la tarde cuando un panadero de 36 años llegaba a su casa e intentaron asaltarlo.
 
El hombre logró quitarle el arma al ladrón, de 17 años, y lo mató a tiros.
 
Los vecinos atraparon y golpearon a otro joven, de la misma edad, que habría participado del robo.

Hay tres prófugos (dos salieron corriendo de la escena del hecho y otro los levantó en un auto) y buscan imágenes en las cámaras de seguridad de los vecinos para confirmar cómo fue la dinámica de los disparos.

En las calles Yanzi y Pita, de Rafael Castillo, en la provincia de Buenos Aires, el hombre (su nombre de pila inicia con la letra “G”) tiene una panadería que maneja junto a su familia. Es una zona comercial y este sábado las cuatro esquinas estaban repletas de gente haciendo las compras.

“G” estacionó su camioneta Volkswagen Amarok y la subió a la vereda. Tiene tres hijos y antes de abrir la panadería se dedicaba al transporte. Ahora tiene miedo de lo que pueda pasar con él.

Adentro del vehículo también estaba uno de sus hijos, de 14 años. Pero antes de bajar -contó- lo abordaron cuatro ladrones. Dos bajaron de un Chevrolet color bordó y otros dos quedaron en el vehículo, haciendo de campana.

El panadero pensó que ambos estaban armados, aunque -se supo después- uno de los ladrones tenía un arma de juguete.

Al bajar del vehículo, siempre según el relato de la víctima del asalto, el hombre temía que “se llevaran a su hijo” junto con la Amarok. Fue entonces que forcejeó con uno de los ladrones y le quitó el arma. Se trataba de un revolver calibre .32 largo, con marca y numeración limadas.

“G” disparó varias veces. Al menos siete impactos quedaron en la puerta de la Amarok y mataron a Nahuel, que hacía exactamente un mes había cumplido los 17 años. Él tenía el arma de juguete. Su cómplice, otro adolescente, era el que llevaba la .32 cargada.

No está claro, al momento, si los siete disparos que impactaron en la Amarok los tiró el panadero, si en el forcejeo el adolescente detenido también disparó o si desde el Chevrolet que actuó de apoyo también les tiraron. Para eso, esperan el resultado de varias pericias que ayuden a confirmar la versión del comerciante asaltado. Podría haber un arma calibre .9mm involucrada en el hecho, aunque no se la pudo hallar.

Es que además de Nahuel, que murió en el acto y que quedó tendido justo al lado de la camioneta que había intentado robar, los vecinos atraparon al cómplice. En videos que se viralizaron en redes sociales se observa al pandero golpeando al joven en el suelo. A otros comerciantes pateándolo y al adolescente reducido cubriéndose la cabeza con sangre en la cabeza.

“¡Parate solo!”, se escucha gritar a uno de los vecinos. “¡Rompele la cabeza!” y “¡hijo de p?!”, arengaban otros.

Lo cierto es que los vecinos intentaron linchar al joven capturado pero llegó personal de la Comisaría 3° de Rafael Castillo que se lo llevó detenido.

Al tratarse de un menor, la investigación quedó en manos de la fiscalía de responsabilidad Penal Juvenil N°2 de La Matanza, a cargo de Emilio Spatafora, que al momento no tomó ninguna medida restrictiva en contra del panadero, ni siquiera le tomó declaración.

Fuentes policiales confirmaron  que los dos adolescentes vivían en San Petersburgo, una de las villas más complicadas de La Matanza. En los videos, mientras golpeaban al joven detenido, lo increpaban para saber de dónde era. Y fue él quien reconoció “venir de la Sanspete”.

En los videos también se puede ver el cuerpo del joven fallecido. “¡Bien hecho!”, exclamó otro de los ahí presentes. Otros gritaban “¡Pará, ya está!”, para que dejen de golpear al cómplice.

Según fuentes judiciales, al menos uno de los adolescentes habría pasado por un instituto de menores, aunque para resguardar su identidad no indicaron cuándo ni por qué delitos.

Ahora, la Policía Bonaerense busca los registros de las cámaras de seguridad de vecinos de la zona para confirmar la versión del panadero, que fue ratificada por algunos testigos que pasaban por allí. Este domingo, la panadería abrió sus puertas como todos los días, aunque el dueño del comercio no tenía custodia policial y temía por posibles represalias.

En las próximas horas, el fiscal entrevistará al adolescente detenido y espera el resultado de la autopsia para reconstruir la secuencia. Al cierre de esta edición, no habían encontrado el Chevrolet bordó ni a sus ocupantes, que están prófugos, claro. Un video también permite ver la huida de los cómplices.

Con esos elementos, la Justicia citará a declarar al pandero para constatar su versión de los hechos y determinar su situación procesal.

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